
Este señor probablemente lo veas en el segundo piso sentado en su particular oficina.
Quizás te haya puesto una boleta o te suspendió porque cometiste errores de conducta, pero en realidad detrás de ese carácter frío, hay un corredor, un lector, una persona que escucha mucha música, cocina, hasta un frustrado agrónomo… pero por sobre todas las cosas un gran educador que disfruta de hacer su trabajo.
-¿En qué lugar naciste?
Nací en Montevideo en el barrio Arroyo Seco.
-¿Cómo nace tu vínculo con Maturana?
Mis padres me mandaron de chiquito en el año 1966 en lo que hoy se llama preescolar que en aquel momento se llamaba infantil.
-¿Hace cuanto trabajás en la institución?
Trabajo desde el año 1979
- ¿Qué roles cumpliste en el colegio?
Comencé como auxiliar de secretaría, luego trabajé de adscripto, fui profesor de una materia que se llamaba prácticas agrarias ya que me interesaba y me sigue interesando el tema del campo. También fui catequista, más tarde coordinador y desde hace aproximadamente 6 u 12 años soy subdirector.
-¿En qué otras oficinas trabajaste?
Fui rotando en Maturana: cuando entré, trabajé en una sala que ya no existe más donde se encontraba la secretaría. Luego trabajé en el lugar que ahora es el pasillo de los laboratorios. Después en el lugar que actualmente es 4°2 y más tarde estuve en la sala que hoy es secretaría. También trabajé en la sala de portugués.
-¿Qué es lo más difícil de ser subdirector de secundaria?
Lo más difícil de ser subdirector de secundaria es tomar medidas disciplinarias tanto con alumnos como con educadores. Aunque no es lo más difícil es lo más feo pues hay que tomar decisiones que no siempre gustan y a veces es necesario hacerlo.
-Lo mejor y peor de Maturana hoy en día…
Lo mejor es la vida, el dinamismo, los gurises y que siempre tenés algo para hacer. Y lo peor es cuando ves que no lograste lo que querías lograr con una familia, con un chiquilín o con un profesor.
- Algunos estudiantes te califican de estricto. ¿Por qué pensás que esto sea así?
Porque puede ser que lo sea, también porque forma parte de mi rol marcar el último límite. Y otra razón puede ser… que tenga cara de milico pero es lo que la vida me regaló.
- ¿Te resultó difícil mantener distancia con Mónica en el liceo siendo el subdirector cultural del mismo?
No porque lo tengo incorporado ya que cuando era chico trabajaba en la barraca de mi padre como peón y me acostumbré a trabajar con familiares. Cuando he tenido que poner límites o cosas negativas que había que marcar lo hice. Aparte es el único lugar en donde puedo mandar pues en mi casa no mando, jaja.
-¿Cómo es Eduardo Romero en familia?
Eduardo Romero en familia es un tipo jorobón, que escucha música, que le gusta mirar fútbol, deportista, que hace ejercicio, que está en su casa ya que no salgo mucho y que le gusta cocinar. En resumen ese es Eduardo Romero en familia.
- Un domingo perfecto sería…
Levantarte tarde, comer lindo, dormir una buena siesta y después escuchar música.
- Algo positivo de ser pelado…
Gastás poco shampoo, te podés peinar con los dedos, se resbalan los mosquitos y no tenés piojos.
-¿Cuáles son tus hobbies?
Escuchar música, correr y cocinar.
- ¿Cuáles eran tus ideas laborales cuando eras chico?
Cuando era chico no me planteaba ninguna idea, luego se me ocurrió el ser astronauta. También pensé el ser un conductor de un barco. Más tarde pensé que mi vocación estaba relacionada con el campo
- ¿Qué música te gusta?
La verdad que tengo un gusto musical bastante amplio pero no me gusta el carnaval ni el tango.
- Si tendrías que comparar el Maturana antiguo con el contemporáneo ¿Qué conclusiones sacarías?
Que creció mucho, que se fue tratando de acomodar a los desafíos del tiempo. Que lográs cosas muy lindas en el momento en el cual al colegio concurrían solo varones pero también se logran cosas muy lindas al ser un colegio mixto, pues éste fue uno de los cambios más importantes. Y por último cuánto ha crecido en comparación a los años pasados.
-¿Qué es peor, lidiar con un estudiante rebelde o con un profesor del que se te viven quejando?
Yo prefiero el estudiante rebelde porque está creciendo y puede cambiar su comportamiento porque recién está en su juventud. La verdad que hay veces que es difícil llegar a acuerdos con profesores o mismo con los padres de los chiquilines.
Realización de preguntas: Guillermo Mezquita
Desarrollo de la entrevista: Guillermo Mezquita y Maximiliano Silvera
Transcripción de las preguntas: Maximiliano Silvera
Introducción: Guillermo Mezquita